El verano nos trae luz, energía y días más largos. Pero también trae consigo un desafío inevitable para muchas personas que continúan su actividad profesional durante los meses más cálidos del año: el calor. Y es que trabajar con temperaturas elevadas puede afectar tanto al confort como al rendimiento si no se adoptan ciertas medidas.
Desde FIDEM, creemos que el bienestar en el trabajo no es negociable, y que con pequeños ajustes es posible mantener la concentración y la eficiencia, incluso cuando fuera el termómetro parece no dar tregua. Por eso, compartimos a continuación algunas recomendaciones prácticas para sobrellevar mejor la jornada laboral durante el verano.