El próximo domingo en la madrugada del 25 al 26 de Marzo adelantamos una hora los relojes, para ajustarnos al nuevo horario de verano y este pequeño cambio en nuestro ritmo diario no sienta bien a todos. A algunos nos cuesta adaptarnos al nuevo horario.
Es algo habitual que sucede cada primavera. El fin es aprovechar mejor la luz del sol y así consumir menos electricidad en iluminación.
¿Realmente ayuda a ahorrar energía?
Un estudio sobre el alcance y efectos del cambio horario, realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999 afirma que el cambio horario tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro, sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
En cambio otros estudios sugieren que este horario realmente no ahorra energía y que incluso podría provocar pérdidas, ya que con cambio de hora sí se ahorra energía durante las noches, pero se gasta durante la mañana en las horas de oscuridad previas al amanecer.
Es decir que no está claro si verdaderamente se ahorra o no energía.
¿Es el cambio de horario saludable ?
Durante décadas los partidarios del horario de verano no solo lo apoyaron por el ahorro de energía que este supone, sino también por el estilo de vida saludable que este proporciona.
En un estudio nacional estadounidense acerca del empleo del tiempo, se comprobó que durante el horario de verano la gente reduce su tiempo frente al televisor y realiza actividades al aire libre.
Pero otros advierten sobre los efectos nocivos.
Till Roenneberg, un cronobiólogo de la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich, Alemania, afirma que sus estudios muestran que nuestros relojes biológicos circadianos, establecidos por la luz y la oscuridad, nunca se ajustarán para obtener una hora “extra” de luz al final del día durante el horario de verano.
“La consecuencia de ello es que la mayoría de la población disminuirá drásticamente la productividad, disminuye también calidad de vida, aumenta la susceptibilidad a enfermedad y uno siempre se encuentra cansado”, dijo Roenneberg.
Una razón por la que mucha gente desarrolla fatiga crónica es por culpa del “Jet- lag social”. Es decir, sus períodos óptimos de sueño circadianos no sintonizan con los horarios de sueño reales.
¿Qué efectos tiene el cambio de hora ?
El cambio de hora suele causar, al menos en los primeros días, de un malestar general, cefaleas, cambios de humor y de ánimo e incluso trastornos digestivos. Las personas más afectadas suelen ser aquellas con problemas neurológicos (migrañas, trastorno bipolar…) ya que se pueden ver agudizados los síntomas. Los niños son los que con mayor facilidad se adaptan a la modificación en los horarios. Hay que tener en cuenta que nuestro cuerpo puede tardar entre tres y cuatro días en adaptarse al nuevo horario.
¿Cómo lo llevas tú?